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16. Narrativas de odio y racismo institucional

marzo 22, 2022

Cada vez las redes sociales se convierten en la principal fuente informativa. No obstante, en estos espacios son los bulos y las ‘fake news’, las que se propagan con mayor velocidad y amplitud. En un contexto donde los discursos políticos racistas aumentan y los medios de comunicación insisten en narrativas discriminatorias, los estereotipos hacia las personas migradas, racializadas y gitanas inundan facebook, instagram, whatsapp, youtube y tiktok, solo por mencionar algunas. ¿Qué es verdad y qué es mentira? Es una pregunta a la que pocas personas se toman el tiempo de reflexionar antes de dar clic al botón ‘compartir’, y eso que -en su mayoría- la información puede ser fácilmente contrastada.
Partiendo de este punto, desde la Federación SOS Racismo se ha realizado ‘Del Maine a las Redes Sociales’, una Investigación Acción Participativa (IAP), en la que la construcción de los conocimientos ha sido pensada mediante el intercambio de las investigadoras y las sujetas del estudio: personas migradas y racializadas, por lo tanto, fue «más que un instrumento rígido en el que hacemos extractivismo de los saberes y experiencias. Fue un diálogo y una negociación compartida», explica Cecilia Themme, investigadora principal.


La también periodista y experta en género y migraciones, explica que las narrativas que más se hacen presentes en los medios de comunicación y las redes sociales, son las que refuerzan los estereotipos de la migración con la invasión, la desestabilización política y sanitaria. La segunda está asociada a la delincuencia y la inseguridad social, también hay una tercera relacionada al “aprovechamiento” de los servicios públicos-sociales. En cuanto a las mujeres migradas, son vistas como personas sin proyectos y sin voz. «No son discursos inocentes. Tienen un impacto real y cotidiano que se traduce en el acceso a los derechos, a la construcción de relaciones, escenas de racismo cotidiano, consecuencias psicosociales, efectos de la identidad porque crea una fricción en tu sentimiento de pertenencia», afirma Themme.


Discursos de odio que también están presente en lo institucional. Prueba de ello son las normas y las leyes que insisten en categorizar a las personas. Narrativas discriminatorias que se pueden leer en la ‘Ley de Extranjería’, que obliga a las personas migradas a estar en situación administrativa irregular. «Define que quien no tiene papeles debe estar en la calle o invisibilizada mínimo tres años, y digo mínimo porque muchas personas no pueden obtener un padrón o están en pisos pateras, tampoco cotizar, o tener acceso a la salud, porque aquí se atiende pero si no cumples ciertos requisitos no tienes un médico de base. Es un estatus», menciona Karen Brunel, de SOS Racismo Bizkaia y encargada de la Oficina de Información y Denuncia (OID).


Brunel también remarca cómo los discursos de odio han «condenado a las personas migradas a los trabajos más precarizados», como la hostelería, el comercio, los cuidados y el campo. Asimismo, considera importante el trabajo de la denuncia y la visibilización del racismo institucional que no permite el acceso a los derechos humanos como a un trabajo en condiciones dignas, a una educación descolonizada, atención sanitaria de calidad, una vivienda, participar en espacios deportivos y de ocio, la eliminación de las redadas racistas y principalmente «la regularización. Ese es el primer paso para sanar y reivindicar los derechos de las personas por todo el daño histórico», afirma.
Ante las narrativas de odio que se traducen en racismo institucional, Karen Brunel hace un llamado a la responsabilidad comunicacional y a contrastar con los recursos estadísticos los bulos que se mueven en las redes sociales. Por su parte, Cecilia Themme habla de la importancia de ‘cuestionar’ todo lo que leemos, oímos o vemos desde una actitud reflexiva. Es decir, un consumo crítico de la información. Así como «generar narrativas alternativas desde la transformación de los medios de comunicación, las administraciones públicas y responsables políticos». En cuanto a los espacios micro: «Tomar las calles». En Bilbao se tomarán este 21 de marzo a las 18:30h. En la Plaza Corazón de María, San Francisco. Una movilización que se dirigirá hacia el Ayuntamiento para decir ‘No es un caso aislado. Es racismo institucionalizado’.
Te invitamos a que escuches el programa completo y también que conozcas las historias de personas a las que se les ha negado el acceso de los derechos por ser migradas, racializadas o gitanas, a través de la serie de 21 podcast ‘Racismo institucional’, un audio, una historia, una denuncia y una reivindicación.